viernes, 13 de septiembre de 2013

Por eso



Porque eres buena, inocente
Como un sueño de doncella,
Porque eres cándida y bella
Como un nectario naciente.

Porque en tus ojos asoma
Con un dulcísimo encanto,
Todo lo hermoso y lo santo
Del alma de una paloma.

Porque eres toda una esencia
De castidad y consuelo,
Porque tu alma es todo un cielo
De ternura y de inocencia.

Porque al sol de tus virtudes
Se mira en ti realizado
El ideal vago y soñado
De todas las juventudes;

Por eso, niña hechicera,
Te adoro en mi loco exceso;
Por eso te amo, y por eso
Te he dado mi vida entera.

Por eso a tu luz se inspira
La fe de mi amor sublime;
¡Por eso solloza y gime
Como un corazón mi lira!

Por eso cuando te evoca
Mi afán en tus embelesos,
Siento que un mundo de besos
Palpita sobre mi boca.

Y por eso entre la calma
De mi existencia sombría,
Mi amor no anhela más día
Que el que una mi alma con tu alma.

Manuel Acuña

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